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Cecav - Influenza aviar

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INFLUENZA AVIAR (IA)

INTRODUCCIÓN

 La Influenza Aviar (IA) comúnmente conocida como “gripe aviar”, es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta a las aves, siendo una de las enfermedades con mayor preocupación para la salud pública debido al aumento brusco de los brotes en los últimos años y a las devastadoras consecuencias para la industria avícola.

 La IA fue descrita por primera vez en 1878 en el norte de Italia, describiéndose como una enfermedad contagiosa de aves asociada a altos niveles de mortalidad, llamándola “plaga de las aves”. Antiguamente se denominada a la influenza aviar como Peste Aviar y a su principal enfermedad diferencial, la enfermedad de Newcastle, como Pseudopeste aviar. A principios del siglo XX se determinó que el agente causal de esta plaga era un virus, aunque hasta 1955 no se identificó que se trataba de un virus del género Alphainfluenzavirus. A partir de 1971 se comenzaron a clasificar los virus de la influenza en subtipos en base a las propiedades antigénicas de las proteínas superficiales la hemaglutinina (HA) y la neuraminidasa (NA). Sería en 1981 cuando el nombre de la enfermedad cambió a “Influenza Aviar” en el primer Simposio Internacional sobre Influenza Aviar. En aves, se conocen 16 tipos de HA (H1-H16) y 9 tipos de NA (N1-N9). El subtipo que está afectando de forma predominante a Europa en la última temporada y que ha sido detectado en aves silvestres y domésticas en España es el H5N1.

 La IA afecta a muchas especies aviares, siendo las aves acuáticas como patos, gansos, cisnes etc. un reservorio importante de estos virus pudiendo propagarse de estas a las aves de corral. Los virus de la influenza aviar también se han aislado de algunas especies de mamíferos como ratas, ratones, hurones, cerdos, gatos… algunas cepas pueden tener carácter zoonótico pudiendo causar enfermedad en los humanos. Existen varias cepas del virus de influenza aviar, las cuales pueden clasificarse, de forma general, en dos categorías según la gravedad de la enfermedad en las aves de corral: la influenza aviar de baja patogenicidad (IABP), que suele causar una enfermedad leve que, en muchas ocasiones, pasa desapercibida e, incluso, sin presentar sintomatología y la influenza aviar de alta patogenicidad (IAAP), provocando signos clínicos graves y altas tasas de mortalidad. De momento, la IAAP ha sido únicamente causada por las hemaglutininas H5 y H7. La gravedad viene determinada por el índice de patogenicidad intravenosa en pollos de 6 semanas, o por una determinada secuencia genómica (secuencia genómica codificadora de múltiples aminoácidos básicos en el punto de corte de la hemaglutinina).

 La trasmisión es por contacto directo con animales infectados o muertos o indirectos con sus heces, secreciones o elementos contaminados. En general cursa con depresión, inapetencia, descenso en la puesta, edema facial, con crestas y barbillas tumefactas y cianóticas, hemorragias petequiales en membranas internas, pancreatitis sintomatología nerviosa-locomotora y muertes súbitas.

 No se aplica tratamiento en brotes de IA, la principal medida de control es la erradicación. Actualmente, en la Unión Europea se está implementando la prevención mediante la vacunación, como la iniciada en octubre de 2023 en Francia en la población de patos, con un coste estimado anual de 96,2 millones de €. En esta primera actuación, se emplearán 80 millones de dosis de la vacuna VOLVAC BEST, vacuna inactivada que contiene la H5 del virus de la influenza aviar generada por tecnología B.E.S.T. (Baculovirus Expression System Technology) y una cepa completa LaSota inactivada de virus de Newcastle, con una detallada vigilancia pasiva y activa. La estrategia para manejar el riesgo de Influenza aviar integra la implementación de una serie de pautas establecidas tanto a nivel de la Unión Europea como a nivel nacional para reducir el riesgo de introducción y propagación del virus.

A pesar de que los casos en humanos pueden llegar a ser graves, con una letalidad cercana al 50%, la baja capacidad para transmitirse entre personas hace que el riesgo se considere muy bajo para la población general. En los últimos 20 años, se han detectado unos 876 casos en humanos a nivel mundial por H5N1, con 458 fallecidos. Asimismo, el riesgo continúa considerándose bajo para los trabajadores con exposición ocupacional en las explotaciones afectadas con animales enfermos. El riesgo asociado a consumo de carne de ave o huevos es prácticamente inexistente. 

Solo dos subtipos del virus de influenza A, H1N1 y H3N2, actualmente circulan entre las personas, es por ello que son los subtipos incluidos en las vacunas estacionales para humanos, además de la influenza B.

 

ETIOLOGÍA

El virus de la IA es un virus de la familia Orthomyxoviridae género Alphainfluenzavirus (Influenzavirus A o influenza A virus).

Hay cuatro tipos de virus de la influenza: A, B, C y D. Los virus A y B de la influenza causan epidemias estacionales de la enfermedad en las personas. Los virus de la influenza A son los únicos virus que se sabe que causan pandemias de influenza. Las infecciones por el virus de influenza tipo C por lo general causan una enfermedad leve y se cree que no causan epidemias humanas. Los virus de influenza D afectan principalmente a animales, y no se cree que puedan causar infecciones o enfermedades en los seres humanos.

 La IA se define como la infección de las aves de corral causada por cualquier virus influenza A altamente patógeno (IAAP) y por los subtipos H5 y H7 levemente patógenos (IAAP H5/H7).

 La partícula vírica tiene un tamaño de 80 a 120 nm de diámetro y forma estructuras pleomórficas o esféricas (Fig.1). La nucleocápside es helicoidal y el genoma está formado por 8 segmentos de RNA de cadena sencilla y de polaridad negativa que codifican 10 proteínas.

Imagen.1 Virus Influenza aviar a microscopio electrónico
(Fuente: Avian Diseases. Gopal Murti)

La envoltura viral es lipídica, y está cubierta por dos tipos de proyecciones de glicoproteínas en forma de espículas, trímeros en forma de varilla de HA y tetrámeros en forma de seta de NA. En los virus de influenza A en aves se describen 16 diferentes subtipos antigénicos de HA (H) y nueve diferentes subtipos de NA (N). Cada virus de influenza contiene en cualquier combinación sólo un subtipo de HA (H1-H16) y un solo subtipo de NA (N1-N9), lo que puede generar un número extenso de posibles combinaciones. Todos los subtipos conocidos de los virus de influenza A pueden causar infecciones en las aves, salvo los subtipos A(H17N10) y A(H18N11), que solo han sido detectados en murciélagos. Las variaciones antigénicas ocurren por recombinaciones genéticas llamadas cambios mayores (shift) o por mutaciones puntuales no corregidas, llamadas cambios menores (drift).  La habilidad del virus influenza para causar brotes recurrentes y epidemias se atribuye en gran parte a cambios en los antígenos de las proteínas de membrana.

Los subtipos del virus de la IA se clasifican en cepas de acuerdo a su tipo, su huésped, el lugar del primer aislamiento, el número de cepa (si lo hubiera), el año de aislamiento y el subtipo de antígeno (Fig.2).

 

Imagen.2 Nomenclatura de los virus de la influenza

Así mismo, este virus también se clasifica como virus IAAP o IABP, de acuerdo a las características genéticas del virus y a la gravedad de la enfermedad.

 

EPIDEMIOLOGÍA

En avicultura, esta enfermedad afecta a aves de producción y salvajes (generalmente aves acuáticas: anseriformes (tipo ocas) y charadriiformes (tipo gaviotas)).

La principal vía de transmisión del virus de la IA entre las aves es la fecal-oral. El virus de la IA se elimina a través de las heces y las secreciones respiratorias de las aves infectadas, por lo que la transmisión puede ocurrir a través del contacto directo con las aves infectadas/muertas o sus secreciones, o por contacto indirecto a través de materiales contaminados como equipos, vehículos, huevos, alimentos, agua etc. Además, algunas especies de aves silvestres (especialmente las acuáticas) son portadores asintomáticos del virus en sus tractos respiratorios o intestinales, lo que les permite difundir el virus a largas distancias a lo largo de sus rutas migratorias, siendo su papel fundamental en la diseminación geográfica del virus.

El periodo de incubación es de 3 a 5 días, pudiendo llegar a 14-21 días dependiendo de la cepa del virus, la dosis infectiva y el tipo de huésped.

Las tasas de morbilidad y mortalidad de las infecciones virales suelen ser bajas en las cepas IABP y suelen ir acompañadas con infecciones bacterianas o víricas secundarias. Sin embargo, los virus IAAP (frecuentemente subtipos H5 y H7) causan enfermedades sistémicas graves con altas tasas de mortalidad en pollos, pavos y otras aves gallináceas llegando a tasas del 100% de mortalidad en pocos días (Fig.3).

Imagen.3 Alta mortalidad en granja por IAAP (Fuente: Pablo Catalá)

La supervivencia del virus de la IA en el ambiente depende de la temperatura, el pH, la salinidad y la presencia de materia orgánica, pudiendo persistir periodos prolongados en ambientes acuáticos (agua dulce o salobre). El virus puede sobrevivir a temperaturas frías, en abono infectado, por al menos tres meses; y en el agua entre 4 a 30 días dependiendo de la temperatura.

 Cabe destacar el cambio de patrón de difusión de esta enfermedad a partir del año 1996. Desde 1996, se constató que la IAAP se empezó a transmitir directamente por las aves silvestres. Antes de 1996, la IAAP se transmitía indirectamente por aves silvestres a las aves de corral al mutar desde IABP. Esta observación se reportó a partir del caso del linaje H5 Gs/GD - A/Goose/Guangdong/1/96 detectado en una explotación de gansos en China.

 

PATOGENIA

 El virus de la IA entra en el ave a través de la vía nasal, oral u ocular donde se adhiere al receptor α 2,3 galactosa de las células epiteliales de las mucosas de los aparatos respiratorio y digestivo gracias a la HA, cuya función es reconocer los receptores específicos en el extremo oligosacárido del ácido siálico, de la mucosa respiratoria, permitiendo la adsorción del virus a la célula huésped iniciándose la endocitosis por parte de la célula huésped. Dentro de los endosomas de la célula huésped, tiene lugar la fusión de la envoltura viral con la membrana mediada por la escisión de la HA en dos subunidades, HA1 y HA2, siendo un paso esencial para la fusión e infectividad del virus. La nucleocápside es transportada al núcleo de la célula huésped donde se replicará el virus. Tras la replicación, se ensamblarán los componentes virales en el citoplasma de la célula infectada y los viriones se eliminarán a través de un proceso llamado brotación donde estos emergen de la célula huésped envueltos en la membrana celular modificada, que se convierte en la envoltura viral. Este proceso no causa la muerte celular inmediata. La NA jugará un papel crucial en la liberación viral rompiendo los enlaces de ácido siálico en la superficie de la célula huésped facilitando así la liberación.

 En los virus IABP, solo las proteasas tipo tripsina presentes en células concretas como las células epiteliales respiratorias e intestinales o dentro de las secreciones del lumen respiratorio, reconocen la secuencia del sitio de escisión proteolítica de la HA.

Sin embargo, los virus IAAP (H5 y H7) tienen una HA con un sitio de escisión proteolítica que es reconocido y escindido por proteasas furina ubicuas presentes en muchas células de numerosos órganos viscerales, el sistema nervioso y el sistema cardiovascular.

 

SINTOMATOLOGÍA

 Todas las aves son susceptibles;  sin embargo los síntomas clínicos varían en intensidad dependiendo de la edad, especie y tipo de aves (las aves de corral son en general más sensibles que las anseriformes) la cepa vírica involucrada de que se trate (alta o baja patogenicidad) y los factores ambientales.

La sintomatología que encontraremos en cepas IAAP será más severa y normalmente de curso fatal para la especie Gallus gallus y Meleagris gallopavo. Además, la cepa H5N1 puede infectar a humanos (potencial zoonótico). Encontraremos síntomas como depresión, inapetencia, plumas erizadas, edema facial con crestas y barbillas tumefactas y cianóticas, coloración azul en cuello y garganta. Aparecerá dificultad respiratoria, picos entreabiertos, tos, estornudos, estertores, sinusitis,  lagrimeo, secreciones nasales y orales teñidas de sangre. También pueden encontrarse diarrea verde blancuzca (Fig.4), equimosis en patas y enfermedad neurológica (nervioso-locomotora). A nivel productivo se produce un descenso de la puesta en animales de puesta/reproductoras, pérdida en la pigmentación de los huevos y huevos deformes o sin cáscara. Sin embargo, ninguno de estos signos clínicos es patognomónico pudiendo producirse muerte súbita de gran cantidad de aves cercana al 100%.

Imagen.4 Diarrea verde-blancuzca (Fuente: Pablo Catalá)

enfermedades agudas graves con signos neurológicos y altos índices de mortalidad en algunas aves silvestres, paseriformes o psitácidas.

 Por otro lado, las cepas IABP no producirá ningún síntoma en las aves o muy leves a nivel respiratorio y disminución en la producción de huevos y otros signos reproductivos.

 Las lesiones en pollos y pavos son altamente variables y se asemejan a las de otras enfermedades aviares sistémicas. Las aves que mueren de forma súbita pueden no presentar lesiones macroscópicas.

 En los animales con síntomas respiratorios se encuentra los senos nasales inflamados, tanto la cresta como la barbilla edematosas, hemorrágicas, congestivas o cianóticas.

En cabeza y cuello, edema y hemorragias subcutáneas difusas en las patas, contenido mucoso (pudiendo ser hemorrágico) en los orificios nasales y en la cavidad bucal y congestión, inflamación y hemorragias en la conjuntiva. Puede observarse traqueítis hemorrágica en algunas aves (Fig.5); en otras las lesiones traqueales pueden limitarse a un exceso de exudado mucoide. A nivel de los pulmones pueden encontrarse hemorragias y congestión.

Imagen.5 Traqueítis hemorrágica (Fuente: Pablo Catalá)

A nivel abdominal puede observarse petequias en toda la grasa abdominal, en las superficies serosas y en el peritoneo, y a veces pueden encontrarse también en músculo. A nivel digestivo pueden encontrarse hemorragias en la mucosa y en las glándulas del proventrículo (Fig.6), debajo del recubrimiento de la molleja y en la mucosa intestinal (Fig.7 y Fig.8). Los riñones pueden congestionarse gravemente y a veces están obstruidos por depósitos de urato. Pueden aparecer los ovarios hemorrágicos o degenerativos con áreas de necrosis.

 

Imagen.6 Hemorragias en mucosa del proventrículo (Fuente: Pablo Catalá)

Imagen.7 Hemorragias en mucosa intestinal (Fuente: Pablo Catalá)

Imagen.8 Congestión intestinal (Fuente: Pablo Catalá)

DIAGNÓSTICO

 El diagnóstico confirmatorio de la enfermedad se basa en el aislamiento o detección rápida del virus causal.

Las muestras obtenidas de aves muertas pueden ser contenido intestinal (heces) o hisopos cloacales e hisopos orofaríngeos o traqueales. También deben obtenerse muestras de tráqueas, pulmones, sacos aéreos, intestino, bazo, tonsilas cecales, riñón, encéfalo, hígado y corazón.

En aves vivas las muestras deben incluir hisopos traqueales y cloacales (cubiertos visiblemente de materia fecal). Se pueden realizar combinación de muestras de la misma procedencia anatómica (máximo 5 hisopos para que no se reduzca la sensibilidad de la detección, siendo preferible los hisopos de metal delgado o de plástico).

Para el traslado de las muestras es recomendable emplear una solución salina tamponada con fosfato (PBS) isotónica a pH 7,0-7,4 con antibióticos o una solución que contenga proteínas y antibióticos; también se recomienda emplear soluciones de transporte que inactiven el virus. Cuando el procesamiento de las muestras no sea posible se pueden conservar las muestras a 4ºC durante máximo 4 días.

 Se disponen de diferentes métodos de diagnóstico: 

·       El aislamiento y caracterización del virus mediante la inoculación de huevos embrionados: Tras una incubación de 2 a 7 días se analizan con una prueba de cribado como la prueba de hemaglutinación (HA), una prueba específica del tipo de influenza A (como la prueba de inmunodifusión en gel de agar o mediante un ELISA de captura de antígeno), pruebas específicas del subtipo de influenza A (como la inhibición de la hemaglutinación (IHA), inhibición de la neuraminidasa o una RTPCR para detectar el ácido nucleico específico del virus). El aislamiento y caracterización es el método de referencia para el diagnóstico de un primer caso clínico de un brote y fundamental para obtener cepas del virus para su posterior estudio detallado. Sin embargo, estos métodos convencionales son costosos, laboriosos y requieren de mucho tiempo.

·       Técnicas serológicas que son útiles para detectar y confirmar el diagnóstico de

la infección de influenza A: ELISA (la más utilizada), Inmunodifusión en gel de Agar, pruebas de hemaglutinación (HA) y de inhibición de la hemaglutinación (IHA). Tanto la HA como la IHA se han utilizado como diagnóstico de rutina, pero esta técnica puede pasar por alto algunas infecciones porque la hemaglutinina es específica del subtipo.

  

TRATAMIENTO

 Actualmente en Europa y otros países no se realiza el tratamiento frente a la IA en aves, ya que los brotes se controlan mediante erradicación.

 

PREVENCIÓN

 La estrategia para manejar el riesgo de IA integra una serie de medidas establecidas tanto a nivel de la Unión Europea como a nivel nacional.

En España se aplica el programa de vigilancia de IA que tiene como objetivo principal monitorizar, detectar tempranamente e informar a la autoridad competente sobre la detección de la circulación del virus de la influenza aviar, tanto de alta como de baja patogenicidad, mediante un sistema de vigilancia que incluye:

-          Componente pasivo clínico: tiene como objeto la detección de signos clínicos compatibles con IA y alteración de parámetros de producción.

De forma específica se deberá observar:

o   La reducción de la ingesta de pienso y agua superior al 20%, sin justificar.

o   La reducción de la producción de huevos superior al 5% durante más de dos días, sin justificar.

o    Un índice de mortalidad semanal superior a un 3%, sin justificar.

o   Todo indicio clínico o lesión post-mortem que sugiera la presencia de influenza aviar.

 -          Componente activo: muestreos dirigidos a poblaciones seleccionadas en función de criterios de riesgo en zonas donde se haya producido la aparición repetida de casos de IABP en el pasado o donde se considere que es más probable que aparezcan

 Entre las medidas de lucha contra la influenza aviar, se incluye la vacunación de las aves frente a la enfermedad y que se encuentra regulado por normativa europea.

De forma general, la estrategia de vacunación contra la influenza aviar consiste en:

-          Vacunación de emergencia, como medida a corto plazo, que podrá autorizarse en su momento cuando una evaluación de riesgo indique una amenaza significativa e inmediata; 

-          Vacunación preventiva, en zonas geográficas no afectadas con fines preventivos distintos de la vacunación de emergencia.  Esta estrategia podrá aplicarse para la prevención de IAAP basándose en una evaluación de riesgo, si se considera que existe riesgo de exposición en determinadas zonas, categorías aviares, compartimentos de aves cautivas, etc. El Plan de vacunación deberá presentarse a la Comisión Europea con anterioridad al inicio de su ejecución.

 Vigilar y controlar la influenza aviar es esencial para disminuir la carga viral en las especies aviares y en el medio ambiente. Así, una de las principales medidas de control es la detección precoz de los brotes de la enfermedad seguida por una respuesta rápida. Es por ello por lo que resulta imprescindible que los avicultores apliquen unas adecuadas medidas de bioseguridad para prevenir la introducción del virus en las explotaciones.

Las estrategias de bioseguridad en las explotaciones avícolas incluyen control de acceso solo a personal autorizado restringiendo la entrada a visitantes, procedimientos de higiene personal, desinfección de instalaciones, equipos y vehículos, control de plagas, vigilancia epidemiológica, restricciones de movimiento, manejo adecuado de cadáveres y desechos, capacitación del personal y vacunación.

 

REFERENCIAS

 

Dennis J. Alexander. 2006. An overview of the epidemiology of avian influenza. Vaccine 25 (2007) 5637–564

Manual Terrestre de la OMSA. 2021. Influenza Aviar (incluida la infección por los virus de la influenza aviar altamente patógenos. Capítulo 3.3.4

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 European Comission. 2023. Avian influenza. Avian influenza (europa.eu)

 MAPA 2022. PLAN DE VACUNACIÓN PREVENTIVA FRENTE A INFLUENZA AVIAR EN NÚCLEOS ZOOLÓGICOS

 Stephanie Sonnberg, Richard J. Webby, Robert G. Webster. 2013. Natural history of highly pathogenic avian influenza H5N1. Virus Research.

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 Avinews. 2021. Todo sobre la Influenza Aviar. https://avinews.com/influenza-aviar-de-baja-patogenicidad/

 Avinews. 2021. Influenza Aviar, un virus que podemos controlar gracias a la bioseguridad. https://avinews.com/influenza-aviar-un-virus-que-podemos-controlar-gracias-a-la-bioseguridad-3/

 https://espanol.cdc.gov/flu/about/viruses/types.htm